Nuestro sistema inmune es la gran barrera de defensa frente a patógenos, virus y bacterias. Es un conjunto de tejidos y células que nos defienden de las infecciones y otras enfermedades. La piel o la mucosa intestinal por ejemplo forman parte de esta barrera. También encontramos células especializadas como los neutrófilos, basófilos, células Natural Killer que actúan como un pequeño ejército de defensa. Pues bien, que este ejército este bien o mal entrenado es en gran medida responsabilidad de la microbiota.
Uno de los papeles principales de la microbiota es modular la respuesta del sistema inmunitario. Se conoce que la mala conformación de la microbiota en la infancia por el uso de antibióticos, alimentación basada en procesados, malos hábitos y factores externos como la contaminación o el estrés, alterará su composición en la edad adulta e influirá en la respuesta del ejército de defensa.
Mediante el eje intestino-pulmón conocemos la influencia que tiene la microbiota sobre el sistema respiratorio. Las cepas Bifidobacterias lactis, B. bifidum y Lactobacilos Rhamnosus ha resultado ser eficaces frente a la prevención de resfriados y la severidad de los mismos. Resulta muy interesante preparar nuestro organismo durante la época de verano para combatir futuras infecciones respiratorias de los primeros años de vida.
Es habitual encontrar un desequilibrio o disbiosis de la microbiota oral con la aparición de infecciones respiratorias. La boca y nuestras encias, son una primera puerta o barrera de entrada para muchos patógenos que entran en contacto cuando comemos. Por ello, mantener una microbiota orofaríngea sana será importante para lograr un equilibrio del sistema respiratorio. La aplicación de estafilococo oralis y estafilococo salivarius, han demostrado reducir los casos de rinosinusitis, tos y dolor de oídos en niños.
Suena interesante la aplicación de probióticos en patologías de repetición como otitis, bronquiolitis, catarros de vías altas, rinitis, alergias para mejorar la salud del niño en la infancia.
En varias ocasiones ya hemos nombrado el papel esencial que desempeña la vitamina D en la modulación del sistema inmune. Y resulta que hoy en día la gran mayoría de la población tiene déficit de esta vitamina tan importante para que nuestro ejército pueda combatir con los patógenos externos como los virus y las bacterias. A esto es lo que llamamos, hipovitaminosis D.
Te recomendamos que tengas en cuenta introducir la Vitamina D en la dieta o tomarla mediante suplementación en forma de vitamina D3 desde la infancia.
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