La fisioterapia respiratoria es una herramienta esencial en el manejo de enfermedades respiratorias crónicas como el asma o la EPOC, especialmente cuando se combina con medicación inhalada. También se recomienda realizar un seguimiento de fisioterapia respiratoria a lactantes con varios episodios de broncoespasmo, bronquiolitis o que tengan medicación de mantenimiento durante toda la época estacional de virus respiratorios. Esta terapia complementa el tratamiento farmacológico y potencia sus efectos, mejorando la calidad de vida del paciente.

¿QUÉ BENEFICIOS OFRECE LA FISIOTERAPIA RESPIRATORIA?
En pacientes que utilizan broncodilatadores de rescate y corticoides inhalados de mantenimiento, la fisioterapia respiratoria ayuda a optimizar la distribución del medicamento en las vías respiratorias. Entre sus principales beneficios se encuentran la mejoría del patrón ventilatorio, la movilización de secreciones, la disminución del trabajo respiratorio, el incremento de la oxigenación y la prevención de complicaciones respiratorias.

¿CÓMO ADMINISTRAR LA MEDICACIÓN PARA MEJORAR LA EFICACIA?
El orden de administración de la medicación inhalada es clave para su eficacia:
- Se recomienda previo al inhalador realizar una higiene nasal si hay mucosidad en vías altas y la medicación inhalada se deposite mejor y se realicen los ejercicios respiratorios respirando por la nariz.
- Se debe utilizar el broncodilatador de rescate, ya que su acción es rápida y dilata las vías respiratorias, facilitando el paso del aire.
- Nebulizar suero hipertónico con el objetivo de hidratar las secreciones bronquiales y bajar la inflamación de la mucosa para que se regenere mejor.
- Se realizar ejercicios de fisioterapia respiratoria activos o pasivos para eliminar el moco bronquial
- Al final, se recomienda la administración del corticoide inhalado, lo que permite que llegue más profundamente y actúe eficazmente reduciendo la inflamación.

Si los inhaladores tienen un formato de cartucho presurizado (MDI) es imprescindible que se realicen las inhalaciones mediante cámara espaciadora para que llegue más dosis al pulmón y mejore la eficacia del fármaco.
Tanto en adultos como en pediatría, la fisioterapia respiratoria debe ser adaptada a la edad y condición clínica del paciente. En niños, el juego terapéutico y técnicas pasivas pueden facilitar la adherencia; en adultos, se pueden emplear técnicas más activas como la espiración lenta prolongada o el drenaje autógeno.
En conclusión, la fisioterapia respiratoria no solo complementa la acción de los fármacos inhalados, sino que optimiza su eficacia y previene agudizaciones, siendo una parte fundamental del tratamiento integral.
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